El día 30 de Abril se presentó en Plasencia (Cáceres) la segunda edición del Libro Aspectos Criminológicos en Materia de seguridad Vial en la que intervinieron varios de los autores del mismo como Juan Antonio Carreras, Diana Parente, Valentín Guillen, Flor Zapata, Manuel Asensio, Félix Ríos, Miguel Ángel Paredes, Virginia Domingo y el que escribe Jose María González; además de el Director de Criminología y Justicia Jose Servera y de Abrahan Fernandez de la Sociedad Española de Criminología.
lunes, 4 de mayo de 2015
martes, 11 de noviembre de 2014
ANÁLISIS CRIMINOLÓGICO DE LA DOBLE FILA
ANÁLISIS CRIMINOLÓGICO DE LA DOBLE FILA
Por Carlota Barrios Vallejo
Vamos a realizar una sencilla visualización -basada en hechos reales- para analizar desde un punto de vista criminológico, un fenómeno tan habitual como el hecho de encontrar un coche aparcado en doble fila.
Aunque a priori parezca un hecho sin importancia, es una de esas circunstancias de la vida diaria que nos puede ayudar a entender temas tan importantes como la teoría de la anomia, el fracaso de la justicia, la teoría de la asociación diferencial, la impotencia de las víctimas o el concepto de resiliencia.
Imaginad una calle de doble sentido de circulación en el centro de una gran ciudad, con dos carriles para cada sentido, y a ambos lados estacionamientos en línea.
Imaginad una calle de doble sentido de circulación en el centro de una gran ciudad, con dos carriles para cada sentido, y a ambos lados estacionamientos en línea.
domingo, 26 de octubre de 2014
DELITOS CONTRA LA SEGURIDAD VIAL, FUENTE INE 2013
Juan Antonio Carreras Espallardo.
Uno
de los objetos de estudio de la criminología
vial es la parte estadística de los delitos contra la seguridad vial y los
siniestros viales que se producen.
Existen
diversas fuentes de estudio donde acudir para conocer esos datos anuales, una
de las fuentes de consulta al objeto de conocer el índice de criminalidad vial oficial (el real es
imposible de conocer) es el Instituto
Nacional de Estadística. Si echamos un vistazo a los datos, como criminólogos
viales, podemos llevarnos las manos a la cabeza. Baste como ejemplo inicial
este gráfico de Madrid donde quedan ejemplarizados, no los delitos que se
cometieron (porque serían muchos, hay cifra oculta) sino los delitos que se
condenaron el año pasado 2013. Vean
a la cabeza quién está... y con diferencia clara. Así es en todas las
Comunidades Autónomas.
martes, 21 de octubre de 2014
SUICIDIO Y SINIESTRO VIAL
SIMULACIÓN DE UN SINIESTRO VIAL PARA ENMASCARAR UN
SUICIDIO
Antes de entrar en materia hay que ver si la comisión de un
acto suicida utilizando el vehículo a motor se puede encuadrar dentro de un
siniestro vial con sus peculiaridades y según las definiciones sobre accidente
de tráfico aceptadas en Europa podemos encontrar la de la UNECE Glossary for
Transport Statistics (2009)[1], en la que el accidente de tráfico
es similar al establecido en nuestra legislación (la española), pero con una salvedad
importante a destacar que en esta definición, un suicidio o
intento de suicidio no se considera un accidente, sino un incidente provocado
por un acto deliberado para dañarse a sí mismo. Sin embargo, si un suicidio o
intento de suicidio implica herir a otro usuario de la vía, entonces este
incidente se considera un accidente con víctimas. Como observamos en lo
expuesto entendemos que desde los legisladores europeos ya dan por hecho que suicidarse por medio de
la utilización de los vehículos ocurre, porque si no fuese así no lo tendrían
legislado.
La criminología vial estudia las
causas y las fases de un siniestro vial para
poder determinar, primero acciones preventivas para su evitación y en un
segundo lugar, tras la comisión del siniestro, averiguar el porqué. Los siniestros
viales donde interviene solamente una unidad de tráfico son de suma importancia
su estudio, ya que en ellos se pueden
“esconder” desencadenantes ajenos al propio siniestro y que pueden conllevar
rasgos de conductas suicidas de su conductor. Según Schmidt et al., un siniestro
vial en el cual interviene un sólo vehículo con un único ocupante debe ser
especialmente sospechoso, y debe de existir un tratamiento diferente para
averiguar las verdaderas razones de su comisión.
La teoría de que ciertos siniestros
viales con resultado de muerte pudieron ser suicidios fue apoyada por Selzer y
Payne, quienes encontraron que los pacientes suicidas habían estado
involucrados en el doble de siniestros viales que los pacientes no suicidas (se
encontró también esta diferencia entre los pacientes alcohólicos y los que no
lo eran). Estimándose que en el 2% de los siniestros viales existen
comportamientos suicidas. Aunque otro estudio realizado por Schmidt,
Schaffer, Zlotowitz, Fisher establecen que la cifra de siniestros viales que
esconden tras de sí un suicidio oscila entre el 1,6 al 5%.
Sabemos que los
suicidios los podemos clasificar en violentos y no violentos, considerando la
utilización del vehículo como suicidio violento por Altamira et al. (1999) y
que los actos suicidas violentos son
predominantes en primavera y otoño (Miró García, 2006). El establecimiento de la diferenciación
entre métodos suicidas violentos y no violentos, guardaría relación con la
impulsividad del acto suicida. Algunas veces el intento de suicidio ocurre de
forma impulsiva por la crisis generada por algún acontecimiento vital
estresante.
En 1992, Selzer y Payne sugieren que muchas personas con tendencias
suicidas pueden intentar autodestruirse o autolesionarse a través de siniestros
viales, los cuales rara vez son percibidos o catalogados como suicidios, tanto
por el propio conductor como por la sociedad y señalan que el vehículo
constituye un método eficaz para conseguir su fin y que les ayuda en ocultar la realidad del
hecho perseguido, el suicidio. ¿Y por qué la utilización del vehículo para
suicidarse? El motivo más claro de esto es la de enmascarar el suicidio, por
evitar el estigma social y sufrimiento adicional a los familiares; otras
razones podrían ser por asuntos de indemnizaciones de compañías de seguros a la familia, herencias, etc.
¿Pero qué puede hacer el
criminólogo vial para averiguar si fue suicidio o no? una de las herramientas
que disponemos es la “Autopsia psicológica” que según Soto (2014) “se denomina a
aquel análisis retrospectivo de una víctima fallida que trata de determinar cuáles
eran sus conductas, su personalidad o su estado emocional”. En donde se
recogerán toda la información posible sobre la salud mental (entrevistándose si
hiciera falta con sus médicos) y se realizaran entrevistas a su entorno más
cercano (familia, compañeros de trabajo, amigos, etc.); todo esto con intentar
encontrar o averiguar su estado emocional, indagando sobre las señales de
alarma (tanto primarias como secundarias) que en cierta manera nos podrían
indicar la posibilidad del suicidio.
Es necesario conocer como se
ocasionan los siniestros viales para poder programar medidas de prevención
eficaces y reales, por eso es el estudio e investigación de todo lo relacionado
con los mismos.
BIBLIOGRAFÍA:
Ø Selzer, M. L.,& Payne, C. E. Automobile accidents,
suicide, and unconscious motivation. American Journal of Psychiatry. 1992.
Ø Schmidt, Jr. C. W., Schaffer, J. W., Zlotowitz, H. I.,
Fisher, R. S. Suicide by vehicular crash. American Journal of Psychiatry, 1977.
[1] Illustrated Glossary for Transport Statistics. UNECE, International
Transport Forum y Eurostat. 4th ed, 2009. http://live.unece.org/fileadmin/DAM/trans/main/wp6/pdfdocs/glossen4.pdf
viernes, 17 de octubre de 2014
CRIMINALÍSTICA VIAL
CRIMINALÍSTICA VIAL
Rama de la
criminología vial
Juan Antonio Carreras
Espallardo // José María González González
Poco
a poco vamos desarrollando el estudio de la criminología vial y los diversos
factores que intervienen en ella para intentar atajar el suceso traumático que
provoca el siniestro vial. Sabíamos que llegaría el momento en que tendríamos
que definir la criminalística vial, como ya ocurrió en su día con la diferencia
entre criminología y criminalística, que no son lo mismo aunque haya un sector
de la sociedad que así lo piense. Por lo tanto es necesario aclararlo.
La
criminología es la ciencia que
estudia el delito, el delincuente, la víctima y el control social, tanto formal
como informal, del comportamiento desviado. La criminología actúa desde la
perspectiva social fundamentalmente, observando y buscando soluciones para
paliar los déficits observados. Según Wikipedia la criminología es
la “disciplina que estudia las causas del crimen y
preconiza los remedios del comportamiento antisocial del hombre. La
criminología es una ciencia interdisciplinaria que basa sus fundamentos en
conocimientos propios de la física, química, sociología, psicología y la
antropología, tomando para ello el marco teórico de la medicina y el derecho
penal. Las áreas de investigación criminológicas incluyen la incidencia y las
formas de crimen así como sus causas y consecuencias…“.
Por el contrario, la criminalística es la “disciplina
que usa un conjunto de técnicas y procedimientos de investigación cuyo objetivo
es el descubrimiento, explicación y prueba de los delitos, así como la
verificación de sus autores y víctimas. La criminalística se vale de los
conocimientos científicos para reconstruir los hechos. El conjunto de
disciplinas auxiliares que la componen se denominan ciencias forenses…“. En los últimos años esta disciplina ha
adquirido gran protagonismo a través de series de televisión como C.S.I. (Crime
Scene Investigation).
En resumen, la criminología se ocupa del estudio del problema criminal
y la criminalística se encarga de llegar al delincuente una vez haya cometido
el delito.
Una
vez hecha la necesaria introducción
donde se aclaran los dos conceptos base llega el momento de definir las
disciplinas y diferencia entre criminología vial y criminalística vial. Como ya
definimos recientemente, la criminología
vial es una disciplina criminológica encaminada al estudio y prevención de
los delitos contra la seguridad vial y a la resolución de todo conflicto que
surja tras un siniestro vial; actuando sobre los comportamientos delictivos o
desviados dentro de las vías, a la restitución de la víctima a su estado
original; haciendo hincapié en las formas de control social, tanto formal como
informal y a la reacción social que causan los siniestros viales.
Por
su parte, la criminalística vial estudia
los siniestros viales y los delitos relacionados con la seguridad vial,
buscando pruebas en la escena del suceso para reconstruir el siniestro y
proceder a la detención o imputación de los responsables. Usando una Técnica
Policial específica para este tipo de hechos que consiste en una serie de medios y procedimientos científicos
encaminados al descubrimiento e
investigación de los delitos.
Sabiendo que el éxito de la investigación,
tiene sus cimientos en el adecuado trabajo que se realice en el lugar del
suceso y la aplicación de una correcta
metodología, que permitirá obtener información fidedigna respecto al delito y
de su autor o autores, para poder esclarecer los hechos que acaecieron y poder
poner a disposición judicial al autor o autores del mismo.
La accidentología
vial, conocida también como investigación de siniestros viales, de
accidentes de tráfico o de hechos viales, está más próxima a la criminalística
en el plano del delito y al delincuente como infractor y la criminología vial a
la víctima y al delincuente como objeto de estudio reinsertable. Podemos decir
que la accidentología vial utiliza métodos de criminalística vial.
En
definitiva, la criminalística vial es la parte de la criminología vial (aunque no
se niega que criminología y criminalística son ciencias distintas) que utiliza
técnicas de policía científica[1] para reconstruir e investigar los siniestros
viales, ofreciendo información valiosa al sistema judicial, policial y a la
propia criminología vial. Para la criminalística vial, según Fernando Ramírez:
“Una cosa es de vital importancia: la adecuada preservación de la escena y la
preservación de la evidencia que se encuentra dentro de ella, ya que sin
adecuado manejo de ésta el caso se podría venir abajo... La criminalística es
conocida como la ciencia de las minucias o el pequeño detalle, debido a que
llegan a ser estos los pequeños detalles que le pueden dar un giro de 180º a
nuestra investigación, o nos podrán dar una línea de investigación que seguir.”
Al
igual que en la criminalística en general, la criminalística vial se basa
bajo siete principios de naturaleza
científica, aplicables en el campo de acción de la seguridad vial y que son:
- Principio de uso: en los hechos que se cometen o realizan siempre se utilizan agentes mecánicos, químicos, físicos o biológicos.
- Principio de producción: en la utilización de agentes mecánicos, químicos, físicos o biológicos para la comisión de los hechos presuntamente delictuosos, siempre se producen elementos materiales en gran variedad morfológica y estructural y representan elementos reconstructores e identificadores.
- Principio de intercambio: al consumarse el hecho y de acuerdo con las características de su mecanismo se origina un intercambio de indicios entre el autor, la víctima y el lugar de los hechos o, en su caso, entre el autor y el lugar de los hechos.
- Principio de correspondencia de características: basado en un principio universal establecido criminalísticamente: “La acción dinámica de los agentes mecánicos, vulnerantes sobre determinados cuerpos dejan impresas sus características, reproduciendo la figura de su cara que impacta”. Fenómeno que da la base científica para realizar estudios micro y macro comparativos de elementos-problema y elementos-testigos.
- Principio de reconstrucción de hechos y fenómenos: el estudio de todos los elementos materiales de prueba asociados al hecho, darán las bases y los elementos para conocer el desarrollo de los fenómenos de un caso concreto y reconstruir el mecanismo del hecho o fenómeno, para acercarse a conocer la verdad del hecho investigado.
- Principio de probabilidad: la reconstrucción de los fenómenos y de ciertos hechos que nos acerquen al conocimiento de la verdad, pueden ser con un bajo, mediano o alto grado de probabilidad o, simplemente, sin ninguna probabilidad. Pero nunca se podrá decir: “esto sucedió exactamente así”.
- Principio de certeza: y las identificaciones cualitativas, cuantitativas y comparativas de la mayoría de los agentes vulnerantes que se utilizan elementos que se producen en la comisión de hechos, se logran con la utilización de metodología, tecnología y procedimientos adecuados, que dan certeza de su existencia y de su procedencia.
DIFERENCIAS
La criminalística vial tiene como
objeto de estudio el siniestro vial, en las evidencias del suceso o delito, las
pruebas e indicios, en su recogida y análisis. Por el contrario, la criminología
vial estudia las conductas desviadas del hecho vial, tanto del delincuente como
de la víctima, tratando de reinsertarlos, indemnizarlos y restituirlos a un
estado anterior al hecho, propiciando programas que eviten la reincidencia
criminal..
La criminalística vial utiliza método
científico, pruebas que serán valoradas en el juicio. En cambio a la
criminología vial no le interesa tanto castigar al delincuente como buscar una
solución a su problema, intentará aportar soluciones a su comportamiento desviado.
Evidentemente la criminología vial es
más teórica que la criminalística vial, que es mucho más práctica en el lugar
de los hechos, aunque ambas emplean la observación como punto común, al
proceder de ciencias empíricas. La criminalística vial se basa en el método
científico de la inducción y la criminología vial se apoya en la deducción, en
el estudio de las conductas desviadas criminales.
A la criminalística vial le interesa
el delito concreto y a la criminología vial le interesa el estudio de todos los
delitos.
La criminalística vial actúa cuando el
hecho vial se ha producido, le interesa detener a los culpables. La
criminología vial lo hace mucho antes para intentar que no se produzca, le
interesa estudiarlos para reinsertarlos.
PREGUNTAS
DE ORO DE LA CRIMINALÍSTICA VIAL Y CRIMINOLOGÍA VIAL
1.
¿Qué?
¿Qué ocurrió, fue un siniestro vial, un delito contra la seguridad, o ambos?
2.
¿Quién?
¿Quién fue el delincuente y quién fue la víctima?
3.
¿Cómo?
¿Cómo ocurrieron los hechos? Se investiga mediante la reconstrucción, con una
buena inspección ocular.
4.
¿Dónde?
¿Dónde ocurrieron los hechos? Pueden ser varios lugares.
5.
¿Cuándo?
La fecha y hora.
6.
¿Con
qué? Los objetos que se utilizaron (vehículos, armas, etc.).
7.
¿Por
qué? Busca conocer el motivo de los hechos (alcohol, drogas, enfermedades
mentales, falta de preparación de conductor, motivación victimal, factores
ambientales, geográficos, etc.).
Como ya hemos visto, a la
criminalística vial le interesa ¿qué? ¿quién? ¿cómo? ¿dónde? ¿cuándo? ¿con qué?
Y a la criminología vial le interesa ¿por qué? A estas habría que añadir dos
más:
8.
¿Qué
sintió la víctima? Y su papel en el iter críminis.
9.
¿Y
ahora qué? La situación en que queda el caso tras el suceso.
Estas dos últimas irían referidas a la
víctima y al victimario, a la primera para resarcirla y al segundo para
reinsertarlo y evitar que delinca.
Cabe destacar, como anécdota, que estas
preguntas de oro tienen su origen en un cuento de Rudyard Kipling, escritor
nacido en la India en 1865, conocido por su libro "The Jungle Book"
(El Libro de la Selva) que más tarde Walt Disney hiciera película infantil. Este
escritor en su trabajo "Just so Stories" de 1902 en la narrativa del
cuento "The Elephant's Child" tiene un poema que comienza así:
"Tengo seis honestos sirvientes (me enseñaron todo lo que sé); sus nombres
son Qué y Por qué y Cuándo y Cómo y Dónde y Quién". Como han podido
comprobar, son seis interrogantes, pero en criminología hemos añadido alguno
más.
Para finalizar, sepan que las famosas
cinco W: Who? (¿Quién?),
What?
(¿Qué?), Where?
(¿Dónde?), When? (¿Cuándo?), Why? (¿Por qué?), más una H How? (¿Cómo?), son también las máximas del periodismo.
[1] Conjunto
de principios y fundamentos científicos, aplicados técnicamente por la Policía
a la investigación del delito, circunstancias que lo determinan e
identificación de los autores.
domingo, 28 de septiembre de 2014
PRESENTACIÓN LIBRO ASPECTOS CRIMINOLÓGICOS EN MATERIA DE SEGURIDAD VIAL
Expertos en Criminología y Seguridad Vial apuestan por el renombrar los accidentes de tráfico bajo el concepto de “Siniestro Vial”
![]() |
(Pinchar en la imagen para más información de la obra) |
Por Ana Quevedo,Periodista y criminóloga (http://loquepasaporlamente.wordpress.com/)
Madrid, 26 de septiembre de 2014. La FUNDACIÓN CEA presentó en la tarde de ayer dentro del cliclo de Conferencias FORUM, el libro “Aspectos Criminológicos en materia de Seguridad Vial”, manual pionero a nivel internacional que recopila los aspectos más relevantes de la Seguridad Vial desde el ámbito de la Criminología.
En el acto fue presentado y moderado por Fernando González Iturbe, director de la Fundación CEA, y contó con la participación de Juan Antonio Carreras Espallardo, coordinador del manual, policía local y periodista, José Manuel Servera Rodríguez, criminólogo y Director de Criminología y Justicia, y Flor Zapata Ruiz, madre de Helena y autora del blog ¡Quiero conducir, Quiero vivir!
“Aspectos Criminológicos en materia de Seguridad Vial” recopila, en más de 440 páginas y a través de 21 capítulos escritos por 20 coautores, los diferentes aspectos de la Criminología Vial en pro de la prevención: análisis de las causas, enfoques multidisciplinares, perspectiva forense, delitos, problemática social, atropellos, criminalización, el papel de las víctimas, el profiling o el tratamiento informativo en los Mass Media, entre otros.
![]() |
De izda. a dcha: Juan Antonio Carreras, Coordinador-Autor; Ana Quevedo, autora; Jose Maria González, autor. |
El manual introduce un nuevo término: la Criminología Vial, una nueva disciplina encaminada al estudio y prevención de este tipo de delitos, así como a la resolución de todo conflicto que surja tras un siniestro vial”. El objetivo de los especialistas en la materia es actuar sobre los comportamientos delictivos o desviados dentro de las vías, así como a la restitución de la víctima a su estado original y haciendo hincapié en las formas de control social, tanto formal como informal y a la reacción social que causan los siniestros viales.
Con la publicación del manual, escrito por policías, psicólogos, jueces y periodistas, se pretende “ofrecer soluciones, abrir los ojos a las desgracias del tráfico, buscando que los implicados en la dinámica del tráfico diario estén preparados para evitar participar en un siniestro vial. Además es el nacimiento de la criminología vial y todos sus puntos de estudio, tanto antes como durante y después de la ocurrencia de un siniestro vial”, explicó Carreras.
Los datos que recoge la Dirección General de Tráfico (DGT) muestran que hasta agosto de 2014 habían fallecido en las carreteras interurbanas españolas 728 personas en 633 accidentes viales, y que en 2013 perdieron la vida 1.134 personas en un millar de accidentes.
Flor Zapata fue la encargada de abrir esta jornada, tras la bienvenida a los asistentes del Director de la Fundación CEA, Fernando González Iturbe. Ella fue víctima de un
accidente de tráfico al fallecer su hija en abril de 2005 tras un siniestro en el que estaba implicado un conductor bajo los efectos del alcohol, y describió lo que ha supuesto para ella escribir uno de los 21 capítulos de los que consta el libro. En él relata el dolor que producen los accidentes de tráfico, o como ella los califica de siniestro vial, porque como dice: “si se pudo evitar no es un accidente”. Agradeció a la Fundación CEA su colaboración en la organización del acto, y dedicó la presentación del libro a todos aquellos que se han dejado la vida en la calle o en la carretera: “A mi hija Helena, que murió por el alcohol que ella no tomó; A Julia, que iba en el carrito de bebé u le atropelló una conductora ebria; a Juan, que perdió su vida en un tramo de la carretera de Colmenar...”
Tras su intervención, José Manuel Servera Rodríguez, editor de este libro, quiso justificar porqué se optó por dar voz a las víctimas dentro de un manual científico: "el exceso de ciencia hace que nos olvidemos a veces de las emociones y las emociones son las que transmiten la realidad. Es lo que ha hecho Flor Zapata en su capítulo".
A continuación, Juan Antonio Carreras Espallardo, desde su experiencia como policía local, explicó que aunque es cierto que en los últimos años se ha avanzado mucho en materia vial, aún queda mucho por hacer, y que es necesario concienciar a la gente de que "cuando un conductor mata a alguien bajo los efectos del alcohol es un homicida vial"
El director de la fundación CEA, Fernando González Iturbe, hizo hincapié en la necesidad de que los conductores sean más responsables, pero que también de que las carreteras cada vez sean más seguras. Además, desde su experiencia como abogado, explicó la necesidad de que muchos de los accidentes que ocurren en la carretera no sean juzgados tan solo como un delito de faltas.
Tras la presentación tuvo lugar una charla coloquio en la que se han tratado temas de interés como la necesidad de unas estadísticas reales de cifras que engloben a víctimas y heridos graves producidas en todas las carreteras españolas, mejoras en la legislación actual, la responsabilidad de la administración en el estado de las carreteras, así como la participación de los asistentes en exponer sus experiencias personales.
Los beneficios obtenidos por la venta del libro se han donado a asociaciones de víctimas como Canarias Vial o Vida en la Carretera.
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(Pinchando en la imagen se accede a la galería fotográfica) |
lunes, 25 de agosto de 2014
DIFERENCIAS CONDUCCIÓN NEGLIGENTE Y TEMERARIA
DIFERENCIAS ENTRE CONDUCCIÓN NEGLIGENTE Y CONDUCCIÓN TEMERARIA DELICTIVA Y ADMINISTRATIVA
Juan Antonio Carreras Espallardo.
Hay tres acciones que pueden llevar a cabo los conductores pero que por sus características tienen consecuencias legales distintas. Pero la base es común: el conductor lo hace haciendo el gilipollas, o sea, de forma negligente o temeraria.
martes, 29 de julio de 2014
DAWDLERS DRIVERS
DAWDLERS DRIVERS: EL SÍNDROME DEL CARRIL IZQUIERDO
En el Reino Unido hace un par de años apareció un "calificativo" que les daban a ciertos conductores, Dawdlers. La traducción en español para ese termino puede ser: holgazán, rezagado. Y me dio que pensar varias cosas, ¿Pero cuales son las conductas de estos conductores? ¿porque conducen así? ¿sólo les afecta a ellos?.
Tras investigar un poco el fenómeno de estos conductores puede observar que son vehículos que circulan a una velocidad inferior a la permitida y que no se adapta a las características de la vía, y que fuera de poblado, si hay más de un carril para cada sentido, suelen hacerlo por el de la izquierda (hablaremos siempre en el sentido de circulación establecido en España y en casi todo el mundo para que no haya confusión).
Al estudiar los comportamientos que ocasionan, vemos dos vertientes a seguir,
- Por un lado el porqué circulan de esa manera (a velocidad inferior),
- Y segundo, que efectos causan a los otros usuarios de las vías.
La primera, un conductor, que en condiciones psicofisicas esté en sus plenas facultades, circule a baja velocidad puede ser por miedo a conducir, a que no esté seguro, no tenga experiencia al volante, etc. y todo esto también influye al ir por el carril de la izquierda, porque tienen la percepción de que van más seguros y ante cualquier situación de conflicto les resulta más factible volver a la derecha que girar hacia la izquierda (esto puede deberse a la percepción natural de cada uno, el que es diestro suele tirar hacia ese lado). Aunque habría que profundizar en la raíz de este asunto para poder ser más objetivos con el resultado.
Y contestando a la segunda pregunta, estos conductores causan riesgos y actitudes negligentes en los otros usuarios de las vías, ocasionándoles estrés durante la conducción, que significa que sólo cuando la conducción es interpretada como demandante o peligrosa el estrés se manifiesta como afecto negativo, ya sea como ira y agresión, como ansiedad o preocupación; o como respuestas físicas como el aumento de la tasa cardíaca y/o el aumento de la presión sanguínea. Siendo este tipo de estrés el que peores consecuencias atrae para la seguridad vial. Este tipo de estrés lo podemos asociar a la violación de normas de tráfico, a conducir de manera negligente, y a comportarse de manera hostil y agresiva con otros conductores.
Un estudio de una aseguradora inglesa, Confused.com, concluyó que alrededor de un 60% de los encuestados (de un total de 2000) experimentan un aumento en los niveles de estrés y una mayor irritabilidad cuando se encuentran con un conductor dawdler. con el mismo resultado opinaron que si hay radares para controlar la velocidad máxima, también los tiene que haber para la velocidad mínima.
Habrá que seguir investigando sobre este fenómeno, los Dawdlers Drivers.
Un estudio de una aseguradora inglesa, Confused.com, concluyó que alrededor de un 60% de los encuestados (de un total de 2000) experimentan un aumento en los niveles de estrés y una mayor irritabilidad cuando se encuentran con un conductor dawdler. con el mismo resultado opinaron que si hay radares para controlar la velocidad máxima, también los tiene que haber para la velocidad mínima.
Habrá que seguir investigando sobre este fenómeno, los Dawdlers Drivers.
"TAN PELIGROSO Y TEMERARIO ES IR A MUCHA VELOCIDAD, COMO HACERLO A VELOCIDAD REDUCIDA Y POR EL CARRIL QUE NO CORRESPONDE"
domingo, 22 de junio de 2014
CONDUCCIÓN ANTICIPADA AL PELIGRO
CONDUCCIÓN ANTICIPADA AL PELIGRO
Por Juan Antonio Carreras Espallardo y José María González González
La criminología vial, como disciplina criminológica que estudia los factores relacionados con la seguridad vial, desde la observación empírica y la praxis, se interesa por todas las acciones y comportamientos encaminados a reducir el número de víctimas mortales y en estado grave que se producen a consecuencia de los incidentes o siniestros viales. La criminología vial tiene como uno de sus objetos de estudio el comportamiento de los conductores en la carretera, más allá de que sean víctimas o victimarios. Ya hicimos un estudio de la conducción agresiva Una de las definiciones más aceptadas sería “la producción de un estímulo nocivo de un organismo hacia otro con la intención de provocar daño o con alguna expectativa de que el estimulo llegue a su objeto y tenga el efecto deseado” (Kaplan, H. y Sadock, B, 1997). Según la definición que hemos visto anteriormente, y aplicada a la conducción, la podemos definir como cualquier forma de comportamiento de un conductor, con la que intenta directa o indirectamente provocar, perjudicar o causar daño de cualquier tipo a otras personas que comparten el espacio común por el que discurre el tráfico. Generalmente se entiende en el sentido de impulsar acciones que superan notablemente las normas de comportamiento de conducción seguro y que directamente afecta a otros usuarios de la carretera colocándolos en peligro innecesario.
La conducción anticipada al peligro, por el contrario, es el comportamiento que realiza un conductor educado, atento, consciente, encaminado a evitar un siniestro vial en el cual no tendría responsabilidades de haberse producido. Es, por lo tanto, aquella conducta que realiza el conductor cuando percibe una situación que previsiblemente podría finalizar con un incidente vial.
Si pusiéramos un par de ejemplos, podríamos resumir la teoría en estos:
Conductor que circula con preferencia pero al aproximarse a un cruce regulado por señal vertical de STOP o CEDA EL PASO en la vía por la que tiene que cruzar se percata de que se aproxima un vehículo sin reducir la velocidad y es el conductor que se anticipa al peligro el que frena y detiene su vehículo antes de cruzarse con el otro. Esta es una acción donde se ha evitado un siniestro vial gracias a la acción del conductor que tenía la preferencia de paso.
Otro ejemplo sería el de un conductor que se aproxima a un semáforo en fase roja y lo hace reduciendo la velocidad sin detenerse instantáneamente porque observa que por detrás circula un vehículo que no reduce la velocidad porque no se ha percatado de la circunstancia del semáforo en rojo e incluso el conductor que ante el inminente peligro de ser alcanzado reanuda la marcha con su semáforo en fase roja para no ser alcanzado porque está atento a la circulación y ha observado por el espejo retrovisor que un vehículo se aproxima sin intención de detenerse.
La conducción anticipada al peligro es un área de estudio por explorar que necesita una mayor información y publicidad entre los usuarios de las vías, como comentábamos recientemente con todo un experto en seguridad vial como es Bernhard Schieber. Son muchos los incidentes de tráfico que se podrían evitar si los conductores hiciesen uso de la conducción anticipada al peligro.
martes, 3 de junio de 2014
MEDICAMENTOS Y SEGURIDAD VIAL
MEDICAMENTOS Y AGRESIVIDAD EN LA CONDUCCIÓN
Como todos sabemos los medicamentos son drogas que están legalizadas y utilizadas de manera correcta, nos permiten el control y curación de gran cantidad de procesos patológicos. Además, los medicamentos son utilizados también con fines preventivos y de diagnóstico.
Los distintos grupos de fármacos, por sus efectos sobre el organismo humano, pueden influir e interferir con la capacidad de conducción, y, en ocasiones, hasta ser los responsables de los siniestros viales. Sin embargo, los medicamentos también pueden mejorar la capacidad de conducción en individuos con ciertas enfermedades.
A pesar de que es bien conocido su aspecto positivo, preventivo y curativo, no debe olvidarse que la mayoría de fármacos son sustancias extrañas al organismo humano y que, como tales, en ocasiones pueden producir efectos tóxicos. De hecho, aunque cada vez se dispone de nuevas sustancias más potentes, más cómodas de administrar y más seguras, en mayor o menor medida todas ellas ocasionan efectos tóxicos al individuo que las toma. De ahí que lo correcto es utilizar los medicamentos sólo cuando sea necesario, a la dosis adecuada y por un tiempo determinado. Un dato a tener en cuenta, alrededor del 20% de los conductores circulan bajo los efectos de algún fármaco.
Hay medicamentos como las Benzodiacepinas[1] (BZD), que son medicamentos psicotrópicos que deprimen el sistema nervioso centrales, que nos pueden ocasionar reacciones de agresividad; siendo los más peligrosos y los que más reacciones agresivas y violentas nos pueden producir en la conducción de vehículos.
Y qué decir tiene sobre el alcohol y los medicamentos. El alcohol, por sí mismo, afecta seriamente a la capacidad de conducción de vehículos, siendo uno de los principales agentes implicados en la aparición de siniestros viales. La ingesta de alcohol y fármacos es muy peligrosa y, en general, no se deberá beber alcohol mientras se está en tratamiento con fármacos. El alcohol potencia los efectos tóxicos, sedación, somnolencia, confusión, incoordinación motora, agudeza visual, etc., de una gran cantidad de medicamentos. La ingesta, incluso en pequeñas cantidades, de alcohol produce gran efecto en el individuo.
[1] El efecto sedativo de las benzodiacepinas y de los sedantes en general comienza deprimiendo los lóbulos frontales del cerebro y, por lo tanto, puede desinhibir más aún a los pacientes que tienen pobre control de impulsos y que con facilidad se podrían tornar agresivos o más agitados. Se han descrito reacciones paradójicas con agitación y agresividad en algunos pacientes con estos riesgos particulares cuando ingieren benzodiacepinas. No recomendable su uso como medicamento único, en pacientes con agitación por psicosis, ni en pacientes con pobre control de impulsos o con DS.
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